Es crucial discernir la diferencia entre una corona dental y un implante dental, y entender en qué situaciones se debe aplicar cada una de estas soluciones.
Existen diversos factores, como la edad, la dieta, problemas de bruxismo o la higiene oral deficiente, entre otros hábitos perjudiciales para la salud bucal, que nos exponen a la pérdida parcial o total de una pieza dental. Aunque no todos enfrentan esta situación, los expertos han desarrollado distintos métodos para abordar esta afección.
Dos de las alternativas más comunes son los implantes dentales y las coronas dentales. Ambas soluciones restauran tanto la estética como la funcionalidad del diente afectado, pero es importante reconocer que se trata de tratamientos completamente distintos, que dependerán del estudio personalizado de cada paciente.
Comencemos por hablar de los implantes dentales, estos son dispositivos de titanio o cerámicos que se insertan en el hueso maxilar o la mandíbula del paciente, reemplazando la raíz natural del diente.
Sobre el implante se coloca una corona dental de porcelana, que restaura la apariencia natural de la sonrisa y las funciones de masticación.
Los implantes dentales son la elección cuando el paciente ha perdido completamente una pieza dental, incluida su raíz. También se emplean cuando existen indicios de pérdida ósea o daño en la raíz.
Es importante destacar que los implantes dentales son soluciones permanentes con propiedades físicas específicas que garantizan la comodidad del paciente. Proporcionan resultados inmediatos, restaurando tanto la estética como la función de la sonrisa y reduciendo significativamente el riesgo de enfermedades bucales comunes.
Por otro lado, las coronas dentales son estructuras artificiales que se colocan sobre la raíz de un diente natural. Consisten en una especie de funda o revestimiento que simula la apariencia de un diente y se coloca sobre una raíz dañada como base.
Generalmente, los especialistas optan por coronas dentales cuando el paciente presenta una dentadura desgastada o fracturada, para cubrir dientes con formas irregulares o como protección cuando una pieza dental está seriamente debilitada debido a la caries. Además, las coronas dentales tienen varios usos adicionales, como sostener un puente dental cuando falta un diente entre los dos elementos dentales.
En términos de diferencias significativas, los implantes dentales tienen una vida útil potencialmente vitalicia en condiciones óptimas, mientras que las coronas dentales tienden a durar entre 10 y 12 años. La fijación de la corona en la base puede no ser tan sólida como la de los implantes dentales, que se anclan directamente en el hueso a través de la osteointegración, lo que podría resultar en desplazamientos no deseados de la corona.
Además, en ciertos casos, algunos metales utilizados en las coronas pueden causar reacciones alérgicas en algunas personas, lo cual no ocurre con el titanio de los implantes dentales.
En resumen, no se trata de determinar cuál solución es «mejor», sino de comprender las características de cada una, sus aplicaciones y las situaciones en las que deben implementarse, para abordar las necesidades individuales.
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PREGUNTAS FRECUENTES
El precio de un implante dental varía dependiendo del tipo de implante que se requiera y de la dificultad para ponerlo. En Dental Spa Clinics te hacemos un presupuesto a medida en base a tus necesidades.
Según su colocación bucal, existen 4 tipos de implantes distintos:
- Los implantes endoóseos, cuando se colocan en la mandíbula o en el hueso maxilar.
- Los implantes pterigoideos, se produce cuando hay poco hueso y se implanta en el maxilar superior.
- Los implantes subperiósticos, que se colocan en el hueso de la mandíbula.
- Por último, los implantes cigomáticos, que se implantan sobre el hueso del pómulo.
Por lo general, depende mucho del estado en el que se encuentre tanto la encía como el hueso. La colocación del implante es un proceso rápido que dura a penas entre 30 minutos y 1 hora.
Por lo general, depende mucho del estado en el que se encuentre tanto la encía como el hueso. Si bien es cierto que el tiempo de media estimado oscila entre las 8 y 14 semanas, o lo que vendría siendo lo mismo, 3-4 meses.
Los principales síntomas de rechazo en un implante dental son la movilidad del implante, molestias y dolor e incluso infección en la zona de influencia donde se ha colocado el implante.
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